Desde hace unos años, el contexto sociopolítico de Camerún es marcado por la violencia y la guerra, sobre todo en las regiones del Este, Extremo-Norte, Noroeste y Suroeste. Los ataques terroristas de la nebulosa secta islámica Boko Haram, las incursiones de rebeldes centroafricanos y las reivindicaciones secesionistas son tantas fuerzas contrarias que amenazan la estabilidad política, económica y social del país. Con Fronteras, balas y lágrimas. Poemario por la paz, la libertad y la posteridad, los poetas en cierne se inspiran en este contexto relativamente crítico, el de un Camerún en guerra, un Camerún en crisis, para expresar sus entrañas. Este poemario suena a lágrimas tropicales por un porvenir halagüeño. Los autores transportan al lector hacia un laberinto rítmico a partir de una temática sumamente variada, un estilo poético que hunde sus raíces en un compromiso lírico, con rimas libres, cruzadas y abrazadas. Los versos navegan en un mar aparentemente sosiego pero, entre cuyos blancos trasparece la expresión del dolor, del sufrimiento de un pueblo atrapado entre la nostalgia de un pasado ameno, un presente agitado y un porvenir que desean esperanzar. Desde ecos de la literatura emblemática y rastros de la mitología helénica, un peregrinaje entre los pueblos más profundos del país, un lenguaje nutrido por imágenes retóricas y sofisticadas, los autores cuestionan la variabilidad del tiempo, la muerte y los ataques terroristas en Maroua. Con tonos a la vez melancólicos e ilusionantes, pintan la vana existencia de un soldado y las atrocidades de las diferentes guerras. Tales lienzos coloreados otean el horizonte de una nación próspera y previsible. Este poemario resulta ser una verdadera innovación en el dominio de la literatura. Es un testimonio del Camerún actual. Como sobre un lienzo de treinta y seis pinturas, los artistas caricaturizan a un Camerún enfermo que pregona la melodía de la paz.